Por el mar del Atlántico y con la vista puesta al majestuoso pico que asomaba entre las nubes. Así desembarcó Alexander Van Humboldt en Tenerife hacia el año 1799. El explorador alemán tocó tierra firme en el muelle de la capital y de ahí partió hacia las espesas cumbres de la Isla. En cada paso, en cada parada, Humboltd descubría una vegetación nueva, una fauna única en el planeta que desaparecía, como por arte de magia, al tiempo que el biólogo iba ascendiendo en paso firme hasta la que por entonces era la cima del volcán más alto del mundo. Gracias a su expedición por Tenerife, Humboldt desarrolló la que se conoce como teoría de los pisos de vegetación, todo un avance en el campo de la geografía. La ruta que te ofrecemos para descubrir algunos pasos de Humbold en la isla, transcurre por La Corona Forestal, muy cerca del barrio Orotavense de Aguamansa.